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Rentabilidad y Futuro de la Citricultura Valenciana: ¿Puede Sobrevivir el Pequeño Agricultor?

dic, 2025 • Written by: Carmen Ibarra Galbis

 

En la Comunidad Valenciana, el modelo agrícola basado en minifundios (parcelas pequeñas y dispersas) ha sido tradicional. Pero hoy, con los precios en origen estancados y los costes de producción al alza, muchos pequeños agricultores se ven obligados a abandonar sus tierras de cultivo.

Rentabilidades ajustadas, dificultad para mecanizar, imposibilidad de acceder a ciertos mercados y escaso margen para negociar…
¿Cómo puede competir un agricultor con 2-5 hanegadas frente a grandes operadores?

Ante esta realidad, surgen preguntas clave que merecen debate:

  • ¿Tiene sentido seguir apostando por un modelo minifundista?
  • ¿No deberíamos fomentar más la concentración parcelaria o el cultivo en común como vía de profesionalización, eficiencia y diferenciación?
  • ¿Cómo podemos lograr un modelo rentable y sostenible que permita la continuidad generacional en el campo?

 

Rentabilidad y precios en la citricultura valenciana: ¿tiene futuro el pequeño agricultor?

En los últimos años, los márgenes de rentabilidad de la citricultura tradicional valenciana han llegado a un punto crítico.
Muchos agricultores trabajan a pérdidas o apenas cubren costes.
El modelo mayoritario (basado en pequeñas explotaciones familiares y sistemas de producción tradicionales) enfrenta serias dificultades estructurales.

Los datos hablan por sí solos:

  • Las parcelas de menos de 1 ha representan un altísimo porcentaje del total en las zonas citrícolas valencianas.

  • Los costes de producción (mano de obra, fitosanitarios, agua, seguros) aumentan año tras año.

  • Los precios en origen no cubren, en muchos casos, los costes de producción.

  • Las exigencias comerciales (calibres, residuos, estándares de calidad) se endurecen.

La falta de relevo generacional acelera el abandono progresivo de parcelas.



Minifundismo: ¿modelo sostenible o lastre estructural?

El minifundismo tuvo sentido en su contexto histórico y social, pero en el escenario actual impide:

  • La mecanización eficiente.

  • El uso racional del agua y de los tratamientos fitosanitarios a gran escala.

  • La planificación comercial coordinada.

  • La entrada a mercados que exigen volumen, homogeneidad y continuidad.

Esto limita drásticamente la capacidad del pequeño productor para competir, incluso dentro de estructuras cooperativas.

 



¿Alternativas reales? Cultivo en común y concentración parcelaria

Dos caminos aparecen como alternativas viables:

  1. Concentración parcelaria:
    Aunque compleja desde el punto de vista jurídico y social, permitiría rediseñar explotaciones más eficientes, con posibilidad de aplicar tecnología, reducir costes y facilitar la profesionalización.
  2. Cultivo en común / gestión colectiva:
    Ya se están dando experiencias exitosas de agrupación de parcelas bajo una única gestión técnica, con planificación agronómica y comercial conjunta.

    Este modelo permite:
  • Optimizar tratamientos.

  • Introducir técnicas de precisión y ahorro de costes.

  • Tener más fuerza negociadora con comercios y almacenes.

  • Profesionalizar la producción sin necesidad de cambiar la propiedad de la tierra.

 


 

Conclusión Para el Sector Técnico

Como asesores, técnicos de campo, gestores agrarios o responsables de cooperativas, debemos abrir el debate más allá de lo agronómico.
La rentabilidad no depende solo del estado sanitario de la parcela, sino del modelo estructural en el que se inserta.

Es momento de pensar en clave de unidad, gestión eficiente y visión a largo plazo.
La viabilidad del sector citrícola valenciano depende de dar el salto de la producción individual a modelos coordinados, rentables y resilientes.

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Carmen Ibarra Galbis